Cada día me convenzo más de que no le temo a la muerte.
Le temo a la falsa vida, a la falsa sensación de felicidad.
Le temo a las mentiras y las mentiras a mi misma.
Le temo a que mi miedo al futuro sea más grande a mis expectativas.
Sea lo que sea, no me aferraré a lo tangible, me aferraré siempre a lo espiritual, a la esencia de ser YO.
