Sorpresa para mi fue encontrarme con una carita conocida, una carita antes vista y se me vino inmediatamente el recuerdo de aquellos hermosos días que viví compartiendo con niños que cambiaron mi manera de ver las cosas.
Todas las experiencias nos marcan, algunas más que otras. Recuerdo perfectamente mis días ahí, recuerdo las emociones vividas. Sin duda fue un período que me marcó mucho.Yo iba ahí con el objetivo de enseñar pero irrisoriamente la vida siempre nos da sorpresas, y al sacar cuentas de mi experiencia me di cuenta que la que más había aprendido había sido yo.
Recuerdo cada carita de esos niños, niños que para muchos son considerados problemas en la expresión del genoma humano. Debo decir que nunca encontré tanta humanidad como en ellos. Creo que nunca había entendido tanto el valor de hacer algo desde el corazón, por el bien de otros y ellos me enseñaron que no importan las circunstancias, siempre se puede salir adelante.
Y así seguía su rumbo, como cualquier persona normal, y no, ella no era normal, ella tiene un corazón de oro lleno de amor, lleno de ternura e inocencia, cosas que este mundo no es capaz de valorar.
Y así seguía su rumbo, como cualquier persona normal, y no, ella no era normal, ella tiene un corazón de oro lleno de amor, lleno de ternura e inocencia, cosas que este mundo no es capaz de valorar.